Distanciamiento social desde la maternidad
Nadie pensaba en que una enfermedad altamente contagiosa llegaría a detener nuestras vidas. Cuando se tiene hijos, se te puede llenar el mundo de preocupaciones. Lo primero que piensas es qué hago si se enferman. Tengo dos hijos: uno de cuatro años y otro de 10 meses. Uno aprende y el otro descubre su entorno. Ambos requieren de mí, de mi tiempo y mis cuidados.
Lo primero que te dicen es que tengas una rutina. Créanme que lo intenté, pero no funcionaba. O debía dormir al bebé cuando tenía que preparar el desayuno de ND o me tocaba estudiar con ND cuando tenía que lactar a bebé. La rutina no funcionaba, y me provocaba una ansiedad increíble.
Por otra parte, tenía la preocupación de que ND no tomaba sus terapias del habla. Tiene que conocer unas destrezas para entrar a Kínder, y, prácticamente, este semestre, si estuvo un mes completo en la escuela, fue mucho. Tenía que educarlo, tenía que darle refuerzos y mantener lo que había alcanzado en sus terapias.
Manos a la obra. Sigo muchos grupos de madres que educan en casa y muchos de ellos compartían recursos. Descargaba, leía, preguntaba a amistades que son maestras. Su terapista le comenzó a dar las terapias a distancia. Confirmé que ser maestra es una gran responsabilidad.
Mientras esto sucedía, me percataba de que había muchas madres estresadas por la educación de sus hijos y el material que estaban enviando. A muchas, les parecía mucho; a otras, demasiado porque también estaban trabajando. ¡Estamos tan acostumbrados a que de la educación de los niños se encarga un maestro mientras nosotros trabajamos!
La casa, el trabajo a distancia, la educación, la preocupación de salud…todo esto nos abruma y nos drena. ¿Pero sabes qué? No estás sola, y lo estás haciendo bien. No te presiones, no presiones el tiempo, toma un respiro y busca aquello que te hace feliz. Lee, busca grupos de apoyo y fluye. Empecé a leer sobre minimalismo, y me falta mucho por lograr, pero me ha funcionado a entender muchas cosas. Te comparto la “rutina” que me ha funcionado:
1. Organiza tu semana con lo que debes hacer, pero no con horarios. En mi caso, lo hago los domingos.
2. Lo que te va tomar más tiempo, cómo hacer compra, déjalo para un solo día. Por ejemplo, los viernes, limpio y organizo toda la casa; miércoles, hago compra; y los sábados, lavo ropa.
3. Escribe siempre lo que debes hacer: hacer: cocinar, trabajar, estudiar con tus hijos. Divide el día en mañana, tarde y noche. Tú decides que hacer en esos tres lapsos.
4. Haz cosas que te gusten: leer, cocinar, aprender, ejercitarse, ver una serie. Siempre saca tiempo para ti, es justo y necesario. Normalmente, dejo esto para la noche o bien temprano en la mañana cuando los niños aún duermen.
Luego organizarte, es importante que verifiques las cuentas de redes sociales que sigues y lees diariamente. Sigue cuentas que se adapten a tu estilo de vida y te motiven. Recuerda que muchas cosas de las que lees o ves en las redes sociales no suelen ser real o perfectas. No te presiones en tus horarios o rutinas. ¿No lo lograste? Perfecto, mañana es otro día, y ya lo harás.
Este proceso de distanciamiento social es difícil y puede ocasionar mucha ansiedad. Los niños también sienten, se estresan y se ponen ansiosos. Trata de fluir. No está mal que hoy no estudie, no está mal que no quiera hacer nada. Oye también sus preocupaciones. Abraza, siéntate y comparte con ellos. Aprovecha el tiempo con ellos.
Espero que esto te ayude, que logres un balance y tengas salud, pero sobre todo felicidad y paz dentro de todo.