¿Cómo cuido de mi salud emocional durante esta emergencia?
Esta “nueva normalidad”, en la que cuidar de los seres queridos también significa tener distancia de ellos, es una realidad drenante y contraria a cómo solemos demostrar afecto.
Somos seres sociales, de hábitos y costumbres. Esta pandemia ha trastocado muchas fases que conforman nuestro ser: las interacciones, los pensamientos, la conciencia colectiva y nuestra cotidianidad.
No es fácil; peleamos contra un enemigo invisible. Pareciera estar en todos lados y en ninguno a la vez. Es una nueva amenaza para las generaciones que la enfrentan. Sin embargo, tenemos la historia, y no es la primera vez que el mundo enfrenta una pandemia; podemos con esta. A continuación, voy a compartir unos consejos que espero ayuden a calmar la ansiedad global que estamos viviendo.
1. Dosifica la información– Es, sumamente, importante que te mantengas al tanto de las instrucciones locales, medidas de prevención, datos y casos del COVID-19. Sin embargo, no necesitas estar inundado de información. Elije un momento del día en el que accedas a la información relevante sobre la pandemia. Te recomiendo que sea al mediodía; de este modo, no comienzas ni terminas el día con las noticias. Procura siempre que la información a la que accedas provenga de fuentes fidedignas. En momentos así, muchas personas disfrutan de sembrar pánico a través de los fakes news, y, de este modo, crear una histeria y desinformación de la que no necesitas formar parte.
2. Crea tu horario– A causa de que muchas personas han cesado de trabajar o comenzado a trabajar y estudiar remoto, su horario normal se ha visto lo, suficientemente, flexibilizado como para hacer lo que sea en cualquier momento. Respeta tus horarios de comida y de sueño. Esto aportará a una sensación de ‘normalidad’ que contrarrestará la sensación de pérdida de control a la vez que tiene beneficios para tu cuerpo. El cuerpo necesita una buena alimentación y tiempo de descanso. Si continúas estudiando en línea crea un horario de estudio. Evita estar despierto hasta altas horas de la noche. Si no puedes dormir, te recomiendo hagas mindfulness. Es difícil obligar al cuerpo a descansar cuando la mente no se calla. Meditar tiene un sinnúmero de beneficios, y, entre ellos, está ayudar a dormir. El ejercicio también es una excelente alternativa para crear bienestar y mejorar el sueño. Te invito a agendar en tu horario la meditación y el ejercicio.
3. No pienses en enfermedad, piensa en la salud– Ya muchos han compartido ese secreto: eres lo que piensas, lo que atraes, eres energía y eres parte del universo. Cuando piensas en enfermedad tus energías aportan a la enfermedad. No obstante, si piensas en salud, tus energías van dirigidas hacia la salud. Piensa siempre en lo que quieres, y no en lo que no quieres. No solo te ayuda a atraer buenas cosas a tu vida, sino que creas el hábito de pensar a tu favor.
4. Sé agradecido– Si algo debemos aprender, urgentemente, es a ser agradecidos. Si piensas no tener nada que agradecer, comienza por agradecer ese aire que hoy respiras; muchos han muerto por carecer de algo que el dinero no les pudo comprar: un soplo de aire en los pulmones.
5. Escribe– No pretendo que seas el/la próximo/a Anne Frank, y tengas un diario de tu encierro. Sin embargo, siempre he dicho que escribirse es amarse. En momentos como estos, la primera muestra de amor que necesitamos tiene que venir de nosotros mismos. Escribe lo que piensas, evalúa lo que pasa por tu mente y acepta tus pensamientos. Aquellos que entiendas necesites modificar, reescríbelo a tu favor. Siempre haz este ejercicio desde la aceptación.
6. Sé paciente contigo– Desde la escuela hasta el trabajo, siempre hemos sido entrenados para ser “productivos”. Es válido sentirse mal al perder la productividad a la que estábamos acostumbrados. Sin embargo, la productividad no es la única manera de crear, emprender o salir de un estado de ánimo bajo. Si no tienes ganas de ser productivo, pues tienes todo mi apoyo para que escojas un momento y no hagas nada, solo porque así lo quisiste. El momento en el cual te sientas preparado para reinventarte será el momento perfecto porque así lo sentiste. No se pueden educar emociones que no se aceptan. Cuando llegue tu inspiración de hacer algo, actúa.
7. Abierto al cambio– En este evento, vamos a aprender nuevas formas de comunicarnos, trabajar, pensar, comprar, estudiar y hasta amar. Hay una frase muy popular que dice: “O te aclimatas o el clima te mata”. Alude a la selección natural, pues el proceso de adaptación siempre ha sido clave de supervivencia. Estamos en tiempos de crisis, pero no siempre crisis tiene que tener el tono catastrófico que le atribuye la cultura occidental. En la cultura asiática, la crisis es interpretada como una oportunidad de crecimiento. Por ejemplo, no sabes todo lo que necesitas para desarrollarte hasta que llega un momento en el que careces de ello; tomas conciencia de la carencia y comienzas la búsqueda. Se valora la crisis como vehículo de conciencia para el progreso.
"La curiosa paradoja es que cuando me acepto tal como soy, entonces puedo cambiar.” Carl Rogers
