Mejorar nuestra vida implica realizar cambios
Siempre me pregunto a diario “¿Queremos mejorar?” debido a que esa acción se puede definir como perfeccionar algo o pasar de un estado a otro mejor. Entonces me pregunto, ¿si voy a pasar de algo bueno a algo mejor, por qué no voy a querer mejorar? Seguido de eso tenemos que preguntarnos, ¿qué conlleva mejorar? Una de las partes más complicadas de mejorar son los cambios. Los cambios que afectan tu comodidad, tus costumbres y lo que piensas tener bajo control. Recuerdo la historia de una niña que amaba su peluche. La niña no podía dormir ni salir de su casa sin su juguete, e incluso, hasta lo llevaba a la escuela. Su padre se percató que a consecuencia de las malas condiciones en las que se encontraba el peluche, se estaba afectando la salud de su hija, pues le estaba causando asma.
El padre decidió comprarle a la niña un nuevo peluche, uno de mejor calidad y visualmente más atractivo. La niña no quiso aceptar el presente porque ya se sentía bien con el que tenía y le había cogido cariño. Ella no entendía que el peluche que tanto amaba, era el causante de sus problemas de salud. En este caso, era necesario el cambio del peluche de la niña, pues afectaba su salud a pesar de quererlo y estar acostumbrada al mismo.
Como esta anécdota, podemos reflexionar acerca de los cambios que enfrentamos a diario, ya sean de trabajo, de amistades, de estudios, de residencia, entre otros, que afectan nuestra costumbre o nuestra comodidad. Como sociedad nos enfrentamos a cambios de gobiernos, de leyes, de educación y de sistemas que nos crean incertidumbre de cómo veremos un nuevo y mejor Puerto Rico. Así como la niña se le hacía difícil ver cómo el peluche que tanto amaba le estaba haciendo daño, necesitamos entender que muchas de las cosas que hoy día vemos y tenemos en nuestro sistema por costumbre, nos están afectando y nos atrasan el crecimiento como sociedad.
Lamentablemente estamos en un momento crítico en la historia de nuestro País, nuestro hermoso Puerto Rico. Diariamente vemos noticias de decisiones que pudieran afectar nuestras vidas o el futuro de la educación de nuestros niños. La mejor arma que podemos utilizar para combatir este momento crítico e histórico para nuestra Isla es instruirnos y buscar soluciones a los problemas. Tenemos que estar dispuestos a soltar ese viejo peluche que tanto daño nos hace y estar abiertos a nuevas ideas que nos ayudarán a mejorar nuestra situación. No todas las ideas son malas, pero le tenemos miedo a los cambios. Le tenemos miedo a experimentar cosas nuevas.
Tenemos miedo de soñar muy grande. Tenemos miedo a mejorar. Siempre me llamó mucho la atención una persona que decía “no le digas a otro que no puede, porque tu no pudiste”. Aprendamos a reír con los que ríen y a llorar con los que lloran. Aprendamos a apoyar a los que están aportando a que nuestro país sea uno mejor cada día, no importando que utilicen métodos que tu no utilizarías. Al final, estamos todos trabajando por un mismo fin, ver a nuestro Puerto Rico levantarse. Por tal razón, los exhorto a atreverse a poner un granito de arena por mejorar, y si no se atreven, apoyemos a los que sí lo están haciendo.
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