Picadera se une a los atractivos turísticos de Aibonito

De un intento para combinar la historia del pueblo de Aibonito y una oferta gastronómica típica puertorriqueña surgió Picadera, un restaurante ubicado en un local que había sido abandonado en la Ciudad de las Flores y que sus propietarios decidieron mantener su estructura original para preservar las memorias del municipio.

El negocio es liderado por Abigail Santos de 22 años, quien argumentó que la atracción del público a su local es causada por la estructura antigua, su cocina al aire libre y presentaciones artísticas por bandas locales.

La presentación de sus platillos y multiplicidad de colores, capturan la vista de sus consumidores, en un horario de jueves a domingo 3:00 p.m. a 12:00 a.m.

No obstante, su posición geográfica, ubicado en la calle principal del pueblo, ha logrado que los conductores que transitan camino a Santa Isabel, Coamo y Ponce, puedan detenerse en el restaurante y deleitarse con sus platillos.

El restaurante, alagado por sus mojitos y precios bajos, aun se encuentra sobrepasando el golpe de sus primeros años. Sin embargo, para quienes prefieren una alternativa con una dieta que incluya la carne frita, el chicharrón de pollo, las alitas y la carne ahumada, resultan satisfechos y complacidos.

Para el gerente de Picadera, Moisés Santos, la ausencia de restaurantes de cadenas comerciales ha facilitado la entrada de su restaurante en el mercado, puesto a que en Aibonito solo hay restaurantes de comida rápida que no representan, de acuerdo a ellos, una competencia directa.

“Nuestro concepto es uno diferente y hemos podido llegar a muchas personas en tan poco tiempo. Eso ha sido lo más gratificante para mí”, expresó.

Luego de obtener todos los permisos gubernamentales requeridos por ley, Picadera se lanzó a conquistar el paladar boricua, donde ha sido acogido positivamente y han logrado promocionar su marca por la inyección de las redes sociales.

Pese a sus limitaciones en su horario para operar por la ordenanza municipal de Aibonito, el restaurante criollo le ofrece una variedad de productos y comidas a sus consumidores durante el fin de semana.

Picadera también representó el cumplimiento del sueño de la familia Santos, debido a que el padre de la propietaria se dedicó toda su vida esa área e inspiró a sus hijos y yerno.